Esta receta es de Dan Lepard y el resultado, salvando las distancias claro, es un pan muy jugoso, con un punto dulce y muy rico para comer untado con mantequilla salada.
Como la receta no lo especifica, no le hice greñado, cosa que, por otro lado, estéticamente no le ha hecho mal, porque no me suelen quedar bien.
Pan de avena y manzana
50 gr. copos de avena
100 gr. agua hirviendo
200 gr. manzana pelada y rallada (golden en mi caso)
50 gr. agua a 20 grados
100 gr. de masa madre trigo blanco
5 gr levadura fresca
250 gr harina de fuerza de trigo
5 gr. sal
Copos de avena para la cobertura
Los copos de avena se mezclan con el agua hirviendo y se dejan reposar mientras se preparan el resto de los ingredientes. Primero, se mezclan la manzana, la masa madre, el agua y la levadura fresca y luego se añade todo, avena incluida, a la harina y la sal. El método que usé fue el de los amasados cortos, con tiempos de descanso de una hora y media para cada uno de los descansos (con bastante frío en casa).
El horno, a 210 grados durante 30 minutos, y a 190 durante 20 minutos más. Lo hice el domingo y sigue blandito, blandito. Dejo un par de fotos. La de la miga muestra un par de tropezones de manzana que se escaparon del rallador (pero murieron después, bien comidos).
Podéis admirar sin pudor el delicado menaje que sirve de atrezzo. A mí también me encanta.
Enviaré esta entrada al Yeastpotting de Wild Yeast, ver si nos vamos haciendo populares.
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