Juan y yo hemos participado juntos en un curso de pan artesano básico impartido por La Bakería en Madrid. De nuestro trabajo allí llevamos a casa sendas masas preparadas para terminar con la segunda fermentación y hornear. Los ingredientes para una hogaza de trigo blanco fueron estos:
150 grs de masa madre
325 grs de harina blanca
125 grs de harina de fuerza
265 grs de agua de grifo
10 grs de sal
Como yo vivo en provincias, no pude resistirme a aprovechar la estancia en Madrid para hacer algunas cosillas por allí, decisión que supuso que mi masa hiciese la segunda fermentación en el maletero de un coche durante más tiempo del aconsejable y en unas condiciones, ejem, digamos que mejorables.
Cuando llegué a casa, encendí el horno a toda prisa (a toda la prisa que es capaz de darse mi horno, que no es mucha), volqué una masa con aspecto de estar sobrefermentada y asumí que mi mal comportamiento seguramente derivaría en un pan básico en sus ingredientes y básicamente incomible. Pues no fue así.
Dejo aquí la foto como prueba de que hacer pan es tremendamente agradecido, a veces más de lo que uno merece. Mi maltratada masa se convirtió en una hogaza esponjosa y de buen sabor. Conste que no recomiendo, ni mucho menos, ser tan poco responsable. Pero me gusta que no haya que dramatizar.
Aupa, como bien dices es tremendamente agradecido. Uno que me curre en un curso de Iban en Barcelona, hasta que llego a casa, lo que tuvo que pasar y .... sorpresa, panazo que salio del horno.
ResponderEliminarMuxu bat. Un beso
Aupa, Juantxo. Un honor que te hayas pasado por aquí. ¿Y lo bien que nos lo pasamos contando estas cuitas panaderas?
ResponderEliminarpues tiene una pinta muy buena tu pan lidia! acabo de publicar el mio, que también salió bastante bien, crujiente y con buen sabor. Como ayer y hoy estoy libre me he dado al pan: ayer hice uno pan tipo Anadama (con levadura ecológica pero seca) y otro día día de masa madre, primero un pan con nueces y para esta noche pizzas! ya pondré aquí pronto las fotos y comentarios.
ResponderEliminarSí, un poquito sobrefermentado sí que parece. Hubo un alumno que vino desde Alicante y se llevó allí el pan al terminar el curso. Yo le juré que no llegaba bien ni de coña... pero llegó. Es cierto, qué agradecidos son estos cabronazos de panes!
ResponderEliminar¿Notabas el exceso de fermentación en el sabor? Igual estaba un pelín más ácido de lo normal, pero seguramente no lo demasiado para que resultara desagradable, ¿no?
Sí estaba un poquito ácido, pero se comía bien, de verdad. No es amor de madre ;-)
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