Esta es la receta para una hogacita pequeña:
170 gr. de harina de trigo
65 gr. de harina de centeno integral
120 gr. de masa madre de trigo
150 gr. de agua
7 gr. de sal
Tres pellizcos de semillas de alcaravea
Hice amasado francés, por aquello de mantener el espíritu nacional del asunto, pero la masa resultó ser bastante manejable, así que un amasado tradicional creo que también habría sido posible. La primera fermentación fue de tres horas y media y la segunda de cuatro horas. Al volcarlo, su aspecto agalletado (¿qué os parece el palabro? ¿se me entiende?) me hizo temer el fantasma de la sobrefermentación, pero fue una falsa alarma. En el horno todo evolucionó favorablemente.
Por supuesto, yo sigo con la técnica de la bandeja de agua para crear vapor. Una vez que la pruebas y ves los resultados, ya no puedes dejarlo...
En nuestra permanente búsqueda por ganar popularidad, publicaremos también esta entrada en nuestro blog amigo Wild Yeast.
tu pan alcaraveo tiene un aspecto impresionante, tipo hogaza de la buena como a mi me gusta. no te preocupes por las semillas de alcaravea, si han viajado en avión pero después le rezas tres madrenuestros a la diosa tierra, los pecados se perdonan y vuelven a ser 100% orgánicas.
ResponderEliminar¡Vaya pinta deliciosa! Yo estoy recopilando atentamente todas estas recetas, para cuando se acabe la temporada de la recogida de la aceituna y tenga un fin de semana libre.
ResponderEliminarOye, que no pasa nada por viajar en avión. Que yo no soy una semilla de alcaravea, pero he viajado en avión y estoy igual de buena, si no más.
Pero que apañaos que sois.
!Almudeeeenaaaaa! You're alive! Hija, ¿la aceituna también? No sólo estás igual de buena o más que la alcaravea, es que eres la mujer multidimensional del siglo XXI...
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